La piel requiere de cuidados especiales y ese es un hecho que muy pocas personas conocen o consideran, al momento de ponerse tratamientos y cremas especiales. ¿Por qué no poner la misma atención que les das a tu cutis, en el resto de tu cuerpo? No es difícil, pero debes tener en cuenta algunos datos sobre tu piel que en definitiva te ayudarán a entender que es lo que necesita para conservar su elasticidad y suavidad.
¿Quieres saber más acerca de tu piel y de lo cuidados que debes tenerle? Entonces esta entrada es para ti. Claro que antes de comenzar, debes de tener en cuenta que veremos los tipos de pieles más conocidos y el tipo de tratamientos que se sugieren, dependiendo de ellas.
Si tú ya conoces el tipo de piel que tienes y las mejores formas en que puedes tratarla, entonces te invitamos a que revises este otro artículo sobre la piel: 7 tips para cuidar tu piel. Si necesitas que un experto te asesore sobre los cuidados que debes tener con tu piel, te recomendamos que solicites una cita personalizada y asistas a nuestras oficinas en Polanco o Mérida.
Piel normal
Este tipo de piel no es muy común debido a las condiciones en que vivimos. Factores como el estrés, la falta de sueño, la contaminación, mala alimentación y otros más, causan que la piel pierda elasticidad y que sus componentes externos se vean modificados para resistir los cambios bruscos de temperatura y las malas condiciones en que vivimos.
Si notas que tu piel presenta un saludable tono rosado o tostado, que se siente suave al tacto, que tus poros no son muy notorios o careces de imperfecciones, ¡Felicidades! Tu cutis entra dentro de esta clasificación, por lo que no requiere de tratamientos especiales y puedes continuar con la rutina de cuidados diarios que has estado llevando.
De todos modos, no te confíes. La salud de tu piel puede cambiar de un momento a otro por culpa de las condiciones a las que se ve expuesta, así que procura mimarla con algunos tratamientos faciales o con exfoliantes y productos que actúen en un área especifica de tu rostro. Verás que tu cara te lo agradecerá y te será más sencillo mantener la lozanía de tu piel.
Piel seca
Comenzamos con esas pieles que requieren de una atención especial y, por lo tanto, es necesario que se les presten los cuidados adecuados.
¿Qué pasa con la piel seca? ¿Qué es lo que detona esta falta de humectación y elasticidad en la piel de tu rostro? Justo los mismos factores de los que te comenté en la clasificación anterior, junto con la exposición a ambientes demasiado secos, el hecho de que no consumes demasiados líquidos en tu dieta, la contaminación, los cambios bruscos de temperatura, y más. Todo eso afecta de forma negativa a la humedad de tu cara y es por eso que cuando llega la noche sientes la piel “acartonada”.
Para identificar si tu piel presenta ese problema, revisa si carece de brillo o si tienes algunas descamaciones, picor e irritaciones. Si los presentas, temo decirte que tu piel no está produciendo la cantidad de grasa que debería y es tiempo de considerar algunas cremas o aceites que contengan oliva, karité, coco, aguacate y extracto de leche. Todos esos componentes protegerán tu piel y le serán de ayuda para recuperar su humectación y elasticidad.
Nada más ten cuidado al momento de usarlas. No querrás terminar en el otro lado de la ecuación.
Piel grasa
Otro tipo de piel que, si no se cuida puede causarnos muchos problemas. Estamos en el lado opuesto de la moneda, pero no por eso vas a olvidarte de tus hábitos de higiene cutánea o los cuidados.
¿Qué es lo que detona la piel grasa? Aquí tienen que ver muchos factores los cuales están relacionados con la producción excesiva de sebo en la piel, tal es el caso del consumo excesivo de grasas, la contaminación del medio ambiente, la obstrucción de poros debido a la pésima higiene que se tiene y otros más. La acumulación de estos factores te ha dejado una notoria capa de grasa en la piel que no solo hace que tu cutis brille en exceso con esa apariencia aceitosa tan característica de las personas con ese problema, sino que también ha hecho que tus poros se vean mucho más dilatados de lo que deberían estar, a causa de la acumulación excesiva de sebo que está obstruyendo los conductos.
Si no se trata el problema, la piel grasa puede provocar muchos granos y puntos negros que, a la larga, podrían dejar marcas en tu cutis. Si quieres evitar ese problema, lo mejor que puedes hacer es recurrir a los exfoliantes y cremas con gránulos que están pensadas para disminuir ese problema. Su uso correcto te ayudará a recuperar la apariencia mate que estabas buscando en tu piel.
Piel mixta
Este tipo de piel puede ser difícil de tratar, ya que tenemos ante nosotros varias áreas del rostro las cuales sufren de falta de humectación, mientras que otras parecen tener un exceso de grasa.
En cuanto a las causas de ello, ya hemos hablado bastante de los factores que lastiman nuestra piel en el día a día, así que es mejor revisar si tu piel tiene esos problemas. ¿Notas que zonas como la frente y/o la nariz son demasiado brillosas? ¿Tus mejillas se sienten poco humectadas y de vez en cuando presentan algo de resequedad? Entonces te encuentran ante un rostro de piel mixta, así que es tiempo de tratar esos poros como es debido.
Para ello, puedes recurrir a tratamientos hechos con arcilla, o faciales que centren cierta cantidad de nutrientes en algunas áreas del rostro, mientras que en otras liberan un líquido limpiador que te ayudará a destruir las capas de grasa en tu piel.
Ahora que ya conoces tu tipo de piel y sabes como cuidarla, te recomiendo que vayas de la teoría a la acción para que tu rostro recupere ese tono saludable que tanto lo caracteriza.
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